Nuestro hotel era novísimo, pero el tema del agua todavía no estaba controlado 🙁

El agua de la ducha era a sorpresa, 5 minutos había y después…zass…no hay más…Tuvimos que llamar al chico 2 veces, él desaparecía unos 20 minutos y después…zass…de nuevo agua! Así que decidimos tomárnoslo con calma y después de la ducha sorpresa, salimos a desayunar a los “Champs Elysées” de Vientiene, con el Arc du Triomphe incorporado!

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Hay un contraste tremendo entre las grandes avenidas, con funcionarios elegantes, chicas vestidas con faldas típicas y tacones que van a las oficinas, grandes jeep y después pasar por zonas de la ciudad en las que se ven casas a trozos, mercados sucios, con puestos por el suelo y gente que te vende de todo. Vientiane tiene incluso un shopping center con parking y en el que no es raro encontrarse con monjes que se están comprando un móvil. Aunque también pueden comprar el “Kit-monje” con un cubito, un paraguas, una esponja, una bufanda…

En el 3º piso estaban los puestos de comida, en el 2º aparatos de electrónica (lavadoras y muchas teles) y en el 1º telas y souvenirs. Por fuera unos chicos trabajaban el oro.

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Salir de allí fue una sensación rara, por el calor y sobre todo por encontranos de nuevo con el tráfico.

Pudimos visitar un Wat y después fuimos a la búsqueda de El Principito , para la colección de nubesviajeras, por las librerías. En una encontramos una edición estupenda, porque no era bilingüe.

Después pasamos por la zona de las facultades y entramos a la de Farmacia. Se ve que era época de exámenes, porque había movimiento. También proponían la beca ErasmusMundi con la Universidad de Montpellier!  Muy cerquita estaba la Embajada de Francia y la de EEUU. Es una zona cercana al centro, el resto de embajadas están repartidas por la ciudad (Suecia, Alemania…España o Italia no están presentes)

Siguiendo con nuestro paseo, llegamos a una avenida inmensa, en la riba del Mekong con un monumento “al soldado” lleno de flores y velas donde la gente venía a rendir homenaje. Aún la zona estaba un poco destartalada, detrás se veía el Palacio Presidencial, pero estaban poniéndolo bonito, con zonas de juegos para niños, escaleras nuevas e incluso, un Wat chino! Era raro pensar que al otro lado del Mekong estaba ya Tailandia.

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Saliendo de la avenida, se llega a una zona de restaurantes y chiringuitos donde la gente compraba pinchitos de carne.

Detrás de nuestro hotel había un wat muy agradable, al encender una velita podías coger un papelito con una frase y que correspondían a unos números: a Daniele le tocó el 12 y a mí el 8! Tendremos que buscar un traductor! 😉

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Cuando estábamos buscando información sobre la ciudad, descubrimos que un chef italiano había abierto allí un restaurante desde hacía poco, cuidándolo al mínimo detalle, con un horno hecho a medida. Se llamaba

ARIA ITALIAN CULINARY ARTS 

8 Rue Francois Nginn | Ban Mixai, Vientiane 00000, Laos

Así que de noveleros fuimos a conocerlo y cenamos allí: Costó 12000Kip y a nosotros nos pareció que estaba todo buenísimo!!

restaurante

Ya regresando al hotel, vimos fuera de otro a unos recepcionistas que parecían simpáticos y le preguntamos la traducción de la “predicción” que nos había tocado en el Wat. La chica resultó ser tailandesa, pero los compañeros nos dijeron que eran muy buenas, sobre todo la de Daniele, yo tenía que hacer caridad, pero tendría mucha suerte también! 😉

Antes de dormir recogimos la mochila…y a descansar!