Fin de semana en Budapest.

Nuestro vuelo llegó de noche, así que nos decidimos por el taxi como medio para llegar al hotel en el centro de Budapest (unos 16km de distancia). Lo primero que hemos hecho ha sido sacar unos florines en los cajeros automáticos de la terminal y al salir, fuimos hacia la izquierda, donde nos encontramos con la fila para los taxis y una caseta donde había que pagar. Las tarifas son fijas y varían según la zona a la que tengamos que ir. Pero más o menos cuesta unos 6000 florines, es decir unos 20€. Así que siendo 2, ya compensa. Eso sí, si el taxímetro marcara menos, el taxista nos va a cobrar la tarifa establecida.

Y llegamos a nuestro hotel, el art’otel, encontramos una buena oferta y la verdad que merece la pena. Está en una posición muy estratégica y las vistas, que las pudimos apreciar al día siguiente, son fantásticas.

Parlamento

hotel

1º día

Hoy nos hemos despertado viendo por la ventana el precioso Parlamento de Budapest!

Habíamos quedado con Nina, una amiga que estuvo en Canarias un tiempo y que fue nuestra mejor guía!!

conNina

Nos vimos fuera del hotel y empezamos nuestro paseo. Nos dirigimos hacia el Puente de las  Cadenas o Széchenyi Lánchid que separa la dos partes de la ciudad, Buda, donde estábamos, de Pest, hacia dónde íbamos.
La primera parada fue en el Mercado Municipal o Mercado Central.

mercado

Hay muchos puestos de frutas y verduras y sus colores te entran por los ojos, destacando el rojo chillón de los pimientos para hacer paprika, que es típica.

rojo

También se ven muchas legumbres secas y especias. El edificio está cubierto y es el más grande de Budapest. Tiene mucha vida. Nos apeteció probar unos bollitos de hojaldre recién hechos, que según nos dijo Nina, estaban rellenos de “pipacs“, es decir de amapola.

bollitos

En el piso de arriba hay muchos puestitos y bares donde es barato comer, así que volveríamos al mediodía.

Después volvimos a atravesar el puente y nos encaminamos hacia el barrio del Castillo de Buda (en húngaro “Budai Vár“) que data del SXIV y que también es conocido como Palacio Real, ya que antes albergaba a la familia real. Para subir hasta él, hay un funicular y un autobús, pero nosotros lo hicimos a pie, por unas escaleras que empiezan cerca del Puente de las Cadenas. Las vistas de la ciudad son preciosas!!

Budapest

Ahora el Palacio acoge al Museo de la Historia de Budapest, la Biblioteca Nacional y a la Galería Nacional de Hungría. El castillo ha sufrido las desavenecias de la guerra dos veces, la primera durante la liberación de la ciudad de los turcos y la segunda durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora es una zona muy agradable para pasear.

Bajar del castillo resultó más fácil que subir!! Después de comer en el Mercado, fuimos a pasear por la Avenida Andrássy Út, una de las más importantes de Budapest y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el 2002.

Al final de la avenida veremos la impresionante Plaza de los Héroes, en húngaro “Hösök tere”, pero antes se pueden observar edificios muy interesantes como el de la Ópera o varios teatros y academias de arte.

opera

Resultó que coincidimos con una fiesta que despedía el verano y animaba a recibir el invierno, así que la Plaza de los Héroes estaba muy animada, con chiringuitos, juegos para los niños y mucha gente. Y fue cuando descubrimos los Kurtős kalács, algo así como “el pastel con chimenea” y consiste en un cilindro de masa dulce, que viene cocinada sobre las brasas, y  espolvoreado con azúcar o canela o también con almendras o nueces. Ummmm!

dulcito

Después volveríamos al hotel en metro. En Hösök tere se puede entrar a la línea amarilla nº1, la más vieja de la ciudad, y después cambiaríamos a la nº2, la roja, hasta Batthyány Tér, la primera después de atravesar de nuevo el río para llegar a Buda. Hay varios tipos de billetes, pero el sencillo cuesta 350 HUF y 10 tickets 3000 HUF, que fueron los que compramos nosotros. Aquí encuentras la información.

Al llegar nos encontramos con una bonita postal del Parlamento iluminado!

parlamentonoche

2º día

Salimos tempranito para ir a visitar el Bastión de los pescadores (el “Halászbástya“), muy cerca de nuestro hotel.

bastión-de-los-pescadores

Este impresionante mirador de la ciudad, fue construido entre 1895 y 1902 y en sus 7 torres están representadas las 7 tribus magiares. El nombre proviene de la corporación de pescadores que estaba encargada de defender esta zona durante la edad media.

Justo detrás encontramos la Iglesia de San Matias. Es conocida popularmente con este nombre, en honor del famoso rey Matías Corvinus (Mátyás király), pero en realidad se llama Iglesia de Nuestra Señora. Hay que sacar una entrada para visitar este Patrimonio Cultural de la Humanidad. (990 HUF) Me gustaron sus tejados de colores.

colores

iglesia-san-matias

Entre el Bastión y la Iglesia, vemos una estatua del rey Esteban I de Hungría, que se convirtió en un importante rey cristiano. La catedral de la ciudad, la Basílica de San Esteban está en la zona de Pest.

rey-Esteban

Es agradable callejear por la zona de Obudu, la vieja Buda, hasta llegar a las puertas del Castillo de Buda. Para bajar, nos podemos perder por alguna de las cuestas que llevan al río. Son calles residenciales muy silenciosas.

bici

Decidimos volver en metro hasta el parque  cerca de la Plaza de los Héroes, el inmenso Parque de Városliget, cuyo nombre significa Parque de la Ciudad. Un verdadero pulmón verde.

ParqueBudapest

La fiesta de ayer continuaba, sobre todo alrededor del Castillo de Vajdahunyad. Había muy buen ambiente.

fiesta

castillo-parque

no-pica,-de-verdad!

Y allí probamos algunas rectas típicas, sobre todo las tortitas de esta señora.

recetas

tortitas

Quisimos ver también un poquito la ciudad fuera del parque, así que nos acercamos hasta la avenida Hungária körút, una zona más popular y gris, con un tranvía que circula en el medio de la avenida lentamente.

ciudad

Volvimos al Parque y disfrutamos de la fiesta. Después fuimos hacia el centro y fuimos hacia la plaza Vörösmarty, donde nos tomamos un dulcito en el famoso café Gerbeaud. La plaza también tiene muy buen ambiente. No muy lejos está una calle comercial que se llama Váci utca, pero por el horario que era, ya estaban cerrando.

Para no ir en metro, decidimos volver al hotel caminando por la orilla del Danubio. Hay mucha gente que pasea, también algunos músicos que entretienen la noche. Y lo más bonito fue atravesar el Puente de las Cadenas iluminado!

puentedelascadenas

3º día

Nuestro último día sería muy relajadito, teníamos que hacer honor a la capital muundial de las aguas medicinales y los baños termales! Nos fuimos al Balneario de Széchenyi, que son los más grandes de la ciudad. Llegar es muy fácil porque el metro de la línea 1 tiene una parada allí, la Széchenyi fürdő. Otra opción es ir a los baños termales de Gellert, muy conocidos por una publicidad de Danone, pero nuestra “guía Nina” nos aconsejó el primero.

La entrada ronda los 3.800HUF, dependiendo de si la quieres con taquilla o no. Además, si has estado menos tiempo del previsto, te devuelven el dinero.

Dentro encuentras tres piscinas exteriores, una de ellas muy divertida porque en un pequeño círculo la corriente te arrastra. En otra verás a hombres que juegan al ajedrez mientras están en remojo.

relajadito

El Balneario tiene otra parte interna, en la que encontrarás más piscinas y salas con saunas a distintas temperaturas.

en-remojo

calentito

La verdad que la mañana fue fantástica. También nos cruzamos con la grabación de una serie de televisión!

serueda

Lo malo es que tuvimos que marcharnos..oooh!

Salimos a la Plaza de los Héroes

p.héroes

Después iríamos en autobús hacia el aeropuerto. Sale desde la parada de metro de la línea 3, Köbánya-Kispest (línea 3, la azul), tarda una media horita y cuesta 350 florines en las máquinas y estancos o 450 si se lo pedimos al conductor. Más información aquí.