Cosenza, esta ciudad de Calabria, en el sur de Italia, es tan rica en historia que se le conoce como “Atenas de Calabria”.  Aquí te señalamos los tesoros que no te puedes perder si tienes la ocasión de recorrerla.

El Duomo o Catedral de Cosenza, data del SXI y está situada en el casco antiguo de la ciudad , en Piazza Duomo. Es el santuario de la Virgen del Pilar, protectora de la ciudad. En el 2011 fue declarada Patrimonio de la Unesco. El edificio ha sufrido diversas modificaciones, pero siempre ha permanecido en el mismo lugar a lo largo de su hitoria. En su interior nos encontramos con el mausoleo de un personaje que nos puede resultar conocido, Isabel de Aragón, reina de Francia, que murió embarazada en Calabria mientras estaba regresando a casa . Su sepultura fue trasladada posteriormente a la Basílica de Saint-Denis en París, pero no el bebé.

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Cosenza vecchia o el casco antiguo de la ciudad es un conjunto de callejuelas estrechas, edificios antiguos y monumentales, iglesias, conventos, plazas, gatos… tras atravesar los ríos Crati y Busento, y tomarte un helado en la histórica heladería Zorro, en la Piazza dei Valdesi, entra en el casco antiguo y empieza a perderte por sus calles, verás la catedral, el Teatro Rendano, la Casa delle Culture, y llegarás hasta el Castello Svevo, hoy recuperado y escenario de numerosos eventos culturales.

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Castello normanno- svevo, esta fortaleza vió pasar a diferentes gobernantes, califas y reyes, pero toma el nombre de Federico II de Svevia que restauró el castillo en el SXIII, enamorado de la ciudad.

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Al volver hacia el centro de la ciudad, te encontrarás con un museo alaire libre, se trata del MAB- Museo all’Aperto Bilotti, situado en la paseo peatonal Corso Mazzini. Carlo y Enzo Bilotti, dos mecenas cosentinos, amantes del arte, han donado a la ciudad obras de altísimo valor para que todos podamos admirarlas, por ejemplo: “San Jorge y el Dragón” de Dalí, “El gran metafísico” de De Chirico o las siluetas de los “Bronzi di Riace”, de Sacha Sosno.

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Por si fueran pocas estas sorpresas, aún Cosenza nos depara otro misterio. ¿Sabíais que bajo los ríos Busento y Crati se esconde el tesoro del rey visigodo Alarico I? O al menos así se cree. El rey Alarico I, tras saquear Roma, se dirigió hacia el sur buscando un asentamiento para su pueblo, pero cayó enfermo de malaria y moriría en tierras de Cosenza. Allí, según era la tradición visigoda, se le enterró bajo el lecho del río Busento junto a todo su tesoro.

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Para poder hacerlo esclavos romanos tuvieron que desviar el río y después fueron ejecutados para que no desvelasen el lugar. Dicen que en épocas en las que el río tenía bajo caudal, la gente se acercaba a sus orillas y se ponían a excavar, esperando encontrar el tesoro. Hoy en día los estudiosos siguen ideando teorías sobre el lugar del tesoro, pero aún no se ha encontrado.