¡Tenemos una boda en Bruselas! qué mejor excusa para ir a conocer la ciudad!

Miren ¡qué guapos íbamos!

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Bruselas, la capital de Bélgica, es una ciudad vibrante con una rica historia y una cultura diversa. Es sede de varias instituciones internacionales, así como de muchas empresas multinacionales. Bruselas es también un popular destino turístico, gracias a su encantadora arquitectura, sus museos de categoría mundial y su animada vida nocturna.

Conseguimos unos billetes baratos, ahora desde Roma con cualquier compañía lowcost se puede ir por poco dinero.

Dependiendo del aeropuerto al que se llega y la hora, hay distintas opciones. Nosotros llegamos al Aéroport de Bruxelles- Sud (Charleroi) que se encuentra a 46 Km del centro y cogimos la guagua que llega hasta la Gare du Midi. Para la vuelta, hay que acordarse que para por detrás de la Gare, en el cruce de las calles rue France y rue de l’Instruction. Además por la zona los domingos hay un mercadillo muy grande.

El trayecto de la guagua dura 1 hora y aunque la publicidad dice” billetes a partir de 5€” es difícil conseguirlos y el precio final es de 14€ por trayecto! y pasa cada 30 minutos. Más info aquí.

Una vez en la Gare du Midi, fuimos caminando hacia el centro. Es verdad que llevábamos una mochila muy ligera, sino se puede tomar el metro.

Fuimos callejeando hasta llegar al Manneken Pis una pequeña escultura de un “niño que hace pis”. No está lejos de la Bourse y del metro Anneessens. A pesar de su pequeño tamaño, se ha convertido en el símbolo de la ciudad, pero no se conoce bien cuál es su origen, hay varias leyendas. En ciertas ocasiones, incluso hay un calendario, lo visten con trajes típicos o con uniformes de trabajadores de la ciudad (barrenderos…) o de algún personaje famoso. En la Grand Place tiene el museo de su guardarropa.

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Existe también la versión femenina, la Jeanneke Pis, pero es menos famosa y más moderna. Si la quieren ir a ver, se encuentra cerca del metro de Brouckere, en el Impasse de la Fidélité 10-12.

Lo mejor para ir en metro es sacarse un carné de 10 viajes que cuesta 13€. Pero para mayor información ver la página de la sociedad de transporte (en francés o en inglés)

Muy cerquita del Manneken Pis, se llega a la Grand Place. Por el camino se empiezan a ver las primeras “chocolaterías” decoradas y presentadas como auténticas joyerías, y llega el olorcito de los gaufres. La verdad que para ser finales de enero, nos tocó un día muy soleado, y pudimos difrutar de la plaza. Tiene mucho movimiento de gente. Los edificios son muy bonitos y el que destaca es el del Ayuntamiento, porque es asimétrico. Se ve claramente como los dos lados del edificio, dejando la torre en el medio, son de distinto tamaño. Sobre el por qué el arquitecto no se dio cuenta de este hecho hay también varias versiones!

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Para continuar nuestra visita, fuimos hacia la zona de los metros Montgomery y Merode. Se llega a la gran avenida Tervurenlaa al final de la cual nos encontramos con el Parque del Cincuentenario, donde está el Palacio del Cincuentenario y una Puerta muy parecida a la Puerta de Brandeburgo de Berlín. Además está muy cerca del Barrio Europero (Metro Schuman)

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En este barrio vivía una amiga , donde dormiríamos, así que no os podemos dar consejos sobre los hoteles de la ciudad.

Por la tarde paseamos por el Mont des Arts (Metros Gare Central/ Royal / Bozar) que es el barrio de los museos como por ejemplo los Museos Reales de Bellas Artes, o el Museo Magritte o el “MIM” Museo de los Instrumentos Musicales. Además las vistas de la ciudad son muy bonitas.

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Tras dar una vuelta cerca de la Borse y sus tiendas, dejamos el centro y nos encaminamos hacia el barrio de Ixelles, muy animado por la noche con gente de la ciudad. Queríamos que cenar moules- frites, tan populares en Bélgica. Fuimos a un restaurante que se llamaba Volle-Gas con una decoración muy particular y con una buena relación calidad- precio.

Al día siguiente teníamos la boda de nuestro amigo en el ayuntamiento de Saint- Gilles y lo celebraron en el Chalet Robinson en el Bois de la Cambre. Es un restaurante situado en el medio de un lago y al que se accede a través de una plataforma-barca. Nos decían que la gente de Bruselas frecuenta mucho el parque e imaginamos que en primavera- verano debe de ser muy agradable hacer un picnic allí.

Y con la fiesta, terminamos nuestro paso por Bruselas 😉  porque al día siguiente, por la mañana, regresamos a Roma.