¿Has oído hablar de Nueva Caledonia? Es una isla francesa situada en el océano Pacífico. Está rodada por la barrera coralina y pequeñas islas paradisiacas.

Nosotros tuvimos la oportunidad de recorrer una de estas islas, la Île des Pins, de 18 Km de largo, situada a unos 70 km al sur de Numea, capital de Nueva Caledonia. Es un verdadero regalo para los sentidos.

¿Cómo te imaginas una isla paradisliaca? Seguramente la Île des Pins se acercará a tus sueños. Tiene playas larguísimas con arena blanca y aguas transparentes, paisajes interiores sorprendentes como piscinas naturales o cuevas, y lo mejor de todo, una población, los canacos, muy amable y sonriente.

Conocemos a esta isla como la “isla de Pinos” ya que fue el nombre que le dio el capitán James Cook cuando la descubrió y vio sus numerosos pinos columnares. Era 1774 y viajaba hacia Nueva Zelanda. Pero sus habitantes, los canacos, llaman a esta isla Kunié. La población local es de unos 2000 habitantes repartidos en diferentes tribus: Ouatchia, Youati, Touêté, Kere, Wapan, Gadji, Comagna y Vao, que se reúnen habitualmente para tomar sus decisiones.

En la isla destacan sin duda sus bellezas paisajísticas y su gente amable con espíritu rastafari, pero resulta cara al visitante ya que los servicios son reducidos, como el número de restaurantes o supermercados. Sin embargo, hay una alternativa para poder disfrutar 2 o 3 días de esta maravillosa isla sin dejarse todos los ahorros, y es dormir en uno de sus campings, con precios mucho más asequibles.

Nosotros elegimos el camping Atchu, dormimos en una tienda de campaña para 3 personas al lado de la playa y rodeados de los característicos pinos. Proponían también dormir en casas tradicionales o pequeños bungalows, pero el precio aumentaba. Los chicos son muy agradables y el lugar es estratégico ya que no está lejos del puerto.

Para movernos alquilamos una motocicleta en Atchu Location. En realidad es un chico que tiene su chiringuito justo enfrente del Oure Lodge, en la bajada de nuestro camping. Si la alquilas de lunes a sábado te costará 5500F y 6100F si lo haces el domingo. Esta diferencia de precio es porque al ser domingo, está cerrada la única gasolinera de la isla y puedes devolverle la moto con el depósito vacío. La gasolinera se encuentra yendo hacia el “alimentaire” cerca de la playa de Kuto.

Disfrutamos también haciendo autostop. La gente se para y durante el recorrido tienes la posibilidad de conocer un poco más a la población local.

Seguramente la isla invita a relajarse y a disfrutar de alguna de sus playas, olvidándose del estrés y activando el modo vacaciones, pero te invitamos a acompañarnos por algunos de los lugares que más nos gustaron durante nuestro recorrido en moto.

Playa de Kuto, es una amplia bahía abierta al mar, rodeada por los típicos pinos columnares, situada en un brazo de tierra, que tiene por el otro lado la playa “gemela” de Kanumera. Es un buen lugar para ver el atardecer.

– Sendero que te lleva al Pic Nga, el pico más alto de la isla, con sus 262 metros. Desde lo alto verás toda la isla y lo verde que es.

Pueblo de Vao, capital de la isla, situada a unos 6 km de la zona del puerto (Kuto).

Siendo el pueblo más grande, en Vao se encuentran todos los servicios: el Ayuntamiento, escuelas, centro de salud, los bomberos, el banco, una farmacia y también un mercado (¡hay que ir muy pronto!) con productos locales, que podrás ver los miércoles y los sábados.

En la playa de Vao asistimos a una escena simpática. Llegamos y encontramos a mucha gente del lugar. Estaban despidiendo a sus familiares y amigos que habían llegado en lanchas, desde la isla de Ouen, una isla que está situada entre Numea y la île des Pins, para participar en los festejos de un matrimonio. Fue entretenido hablar con ellos, nos contaron que la boda era la semana siguiente pero, que realizan estas ceremonias antes, así reunen la dote y fortalecen las relaciones entre las tribus. Fue una escena con mucho color, alegría y “rastas”.

Bahía de St. Joseph. Desde esta bahía empiezan las excursiones en “piroga” (barcos típicos) hacia la presqu’île d’Or y a la bahía d’Upi. Es una experiencia adentrarse por el estrecho paso que las une. La excursión cuesta 5000F, que incluye el autobús desde el hotel o camping y la piroga.

Piscinas naturales, Bahía d’Or. Dejamos la moto en el parking (cuesta 220F) y nos adentramos por un sendero. De repente te encuentras con el agua. Te tienes que mojar los pies, atravesar el lago (el agua llega hasta los tobillos) y pasar a la otra orilla.

El recorrido está señalizado, es un camino circular. De repente llegas a las piscinas. ¡¡El paraíso en el paraíso!! El agua tiene un color azul brillante que resalta aún más con la arena tan blanca y con el verde de los árboles de alrededor. El agua está llena de peces de colores y corales.

Para volver hacia el parking se pasa por otra bahía, donde hay un hotel de lujo con sus casitas con escaleras directas al agua. Se atraviesa el jardín del hotel (parece un botánico) y se llega al parking. Tal vez haciendo el camino al revés no se pagan los 220F.

Grotte Oumagne, llamada también la Grotte de la Reine Hortense, está yendo hacia el norte, antes de llegar al aeropuerto. Atención porque el domingo cierra a las 16.00

Baie d’Ouaméo. Aquí nos paramos por la mañana y estuvimos riendo con unos niños canacos que jubagan en la arena y saltando en un árbol, ¡qué caritas!

Para comer

Los bocatas de boeuf que prepara la primera “épicerie” viniendo desde Kuto, están buenísimos (650F) .

Pero atención, que el domingo no hay pan en la isla, te dicen “no, hoy es domingo, el horno está cerrado”. En nuestro camping proponían langosta (5500F), pescado (1600F) o bougna de pollo (5000F x 2 personas) o de pescado (5500F x 2 personas) que es un plato tradicional, envuelto en hojas de banano y cocinado en hornos hechos en el suelo.

Como llegar desde Numea

El barco “Betico 2” sale desde Numea muy temprano y regresa por las tardes. No hay barcos todos los días. Nosotros encontramos el miércoles y el sábado. Así que te aconsejamos controlar la página de la compañía. Tarda unas 2h30. En la parte alta del barco hay una terraza y se puede ir sin problema, para ver el paisaje, los islotes e incluso ballenas como nos ocurrió a la ida. Los “pain au chocolat” de la cafetería están muy buenos. Cuesta 5900 F un billete de ida.

Si prefieres también hay vuelos, mucho más rápidos pero más caros.

Y tú, ¿conoces otros paraísos lejanos?