Roma es sin duda una ciudad caótica y estresante para el que la visita, pero sobre todo para el que la vive día a día. Extrañamente, hay barrios en los que encuentras un poquito de tranquilidad y te da la sensación de estar en un pueblo pequeño y no en una ciudad loca como es Roma.

Uno de estos barrios es el de la Garbatella, un barrio muy querido por los romanos, que está situado entre la Basílica de San Paolo y la Pirámide de Caio Cestio. Es una buena opción para conocer un barrio “real” en la cotidianidad romana. Un rincón tranquilo de la ciudad.

Nació a principios del siglo pasado, como lugar donde vendrían alojados los trabajadores de la cercana zona industrial de la ciudad y del puerto fluvial, La idea era crear una “ciudad jardín” al estilo inglés, con casas bajas y terrenos cultivables alrededor de las mismas.

Nosotros empezaremos nuestro itinerario en la Piazza Benedetto Brin donde el rey Vittorio Emanuele III colocó la primera piedra del barrio en 1920 y que aún hoy es visible.

Este era el primer bloque o “lotto” como vienen llamados los edificios. El crecimiento de la población, los cambios urbanísticos del centro de Roma y distintos acontecimientos históricos, cambiaron el proyecto inicial. Pero aún hoy, paseando entre sus calles y los jardines de uno de estos “62 lotti” que hay, uno consigue olvidarse del caos de la ciudad.

¿Y el nombre de Garbatella de dónde viene? De las versiones que hay nos quedamos con las más novelesca. Dicen que en la zona había una taberna con una posadera muy amable y bonita, tanto que numerosos viajeros que llegaban a Roma se paraban allí. Con el pasar del tiempo lo que en un principio era “garbata” (amable) “ostella” (posadera) se transformó en “Garbatella”. Por el barrio encontrarás señales de esta historia como por ejemplo la Fontana di Carlotta junto a la Scala dei innamorati en la Piazza Ricoldo da Montecroce (aquí se encontraban muchas parejas y todavía hoy dicen que trae buena suerte subir y bajar por ellas con tu “dulce mitad”)  o el busto que hay, no muy lejos, en Piazza Geremia Bonomelli, de una hermosa chiquilla y una banda donde pone “la Garbatella”.

Otros lugares de interés durante la visita son:

El Teatro Palladium, terminado en 1930 y que en un prinicipio tenía que llamarse Cinema Teatro Garbatella. Llama la atención no solo por su color, sino por su forma, casi recordando a un pantheon. En la parte alta habían alojamientos para los artistas y tuvo el cometido de ser centro cultural del barrio. En el 2003, la Universidad Roma 3 lo compra y los mismos estudiantes colaboran en su gestion y realizan diversos talleres.

La Piazza Damiano Sauli. Aquí el estilo es más racional, con la majestuosa escuela al fondo, que fue construida en 1930, es decir en pleno período fascista. Destacan las líneas rectas, no sólo por la forma de la plaza, sino también por la presencia de árboles y bancos. Esta escuela también es conocida porque en ella se rodaron escenas de la serie televisiva “I Cesaroni” que sería la versión italiana de “Los Serranos”. No muy lejos está también el bar donde se rodaron muchas de las escenas. No sabemos en qué bar se rodaría en España, ¿y ustedes?

Mural dedicado a Alberto Sordi. Como no conocer a este mito del cine italiano y romano. En su juventud vivió en el barrio y por eso le han dedicado este mural donde aparece toda su filmografía.

Y ya regresando hacia el metro nos encontramos con estos edificios más grandes llamados “alberghi” (hoteles). En Roma hacía falta mayor número de viviendas para alojar a las familias que se habían quedado sin casas en el centro de la ciudad o a los peregrinos, de ahí su tamaño.

Ya sabes, no te pierdas el barrio de la Garbatella cuando vengas a Roma.