Como sabemos que cualquier excusa es buena para descubrir rincones nuevos de Roma, aquí te vamos a proponer otra idea a ver qué te parece:  recorrer sus 7 colinas ¿te vienes? No te preocupes porque no será una hazaña para escaladores profesionales, ya que la colina más alta mide poco más de 60 m de altura. Sólo te harán falta calzado cómodo, un mapa de la ciudad y por supuesto, leer este post.

Cuenta la tradición que Roma fue fundada sobre 7 colinas, situadas al este del río Tíber. Con los años se han ido añadiendo otras colinas a esta lista, como por ejemplo el Gianicolo, pero ¿conoces el nombre de las 7 colinas “originales” y sus numerosas leyendas? Son el Palatino, el Celio, el Aventino, el Campidoglio, el Quirinale, el Esquilino y el Viminale.

Empezamos nuestro paseo por la colina más céntrica, el monte Palatino, al que puedes acceder o bien por la entrada situada en via di San Gregorio o bien entrando a través de los Foros Imperiales.

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Se cree que aquí estaba la cueva donde vivía la loba que amamantó a Rómulo y Remo. La colina contaba con una posición estratégica para controlar la ciudad y su río, pero sin estar demasiado expuesta.  El nombre Palatino deriva de Pales, divinidad de los pastores, cuya fiesta se celebraba a mitad de abril. Hoy se sigue festejando la fundación de Roma el 21 de abril.

Podrás apreciar los restos del Palazzo Imperiale y viajar en el tiempo usando la imaginación.

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Sin duda es un lugar para recorrer con calma, dedicándole tiempo para poder descubrir esta gran área arqueológica donde se construyeron las casas y los edificios principales del poder político de Roma.

Sin alejarnos mucho nos encaminaremos hacia el monte Celio, sobre el Coliseo. Te puedes bajar tanto en la parada de metro del Coliseo o de Circo Massimo y desde allí buscar el viale di Parco del Celio, paralelo a Via di San Gregorio. En esta zona, además de templos y basílicas, como la de Santo Stefano Rotondo, se han descubierto numerosos núcleos habitados, conocidos como domus romanas, bajo la antigua Basílica de San Giovanni e San Paolo.

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Antes de ser domus señoriales, los locales eran talleres o almacenes dentro de edificios populares con varios pisos que se llamaban insulas. Si te interesa visitarlas lee aquí. En el monte Celio se encuentra también la Villa Celimontana un parque público, que durante el verano es escenario de conciertos jazz.

Una vez en la parada del metro Circo Massimo podrás recorrer la Colina del Aventino, una de las más famosas ya que allí se encuentra el agradable Giardino degli Aranci, que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.

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Antiguamente era un barrio popular y no fue hasta la época imperial cuando empezaron a construirse grandes residencias aristocráticas como la de Trajano. Podrás visitar también la Iglesia de Santa Sabina y la Iglesia de Santa María del Priorato. No te olvides de mirar por la cerradura de la Villa de los Caballeros de Malta a través de la cual se puede admirar la cúpula de San Pietro, enmarcada por los setos del jardín.

Situado en Piazza Venezia verás el Altare della Patria y rodeándolo subirás otra colina, el Campidoglio. Desde allí disfrutarás de una vista estupenda de los Foros Imperiales. En época de la Antigua Roma era considerada la colina sagrada, donde se levantaba el templo de Júpiter.

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Actualmente en ella se encuentran los Museos Capitolinos y el Palazzo Senatorio, sede del Ayuntamiento de la ciudad. La plaza diseñada por Michelangelo es especial ya que tiene forma trapezoidal, y está  dirigida hacia San Pietro. El artista tuvo que rediseñar el Palazzo dei Consevatori y construir enfrente uno similar, que bien llamó Palazzo Nuovo (“el edificio nuevo”) y así conseguir el equilibrio de la plaza. Este lugar se considera el Km 0 de todas las carreteras italianas.

Vamos a buscar ahora la colina del Quirinale. Para subir a ella te aconsejamos que vayas por las escaleras situadas en un lateral del Palazzo del Quirinale, en via della Dataria que no está lejos de la Fontana di Trevi. El Quirinale es la más alta de todas las colinas y ofrece bonitas vistas de la ciudad. A lo lejos se puede ver la cúpula de San Pedro. En ella se encuentran el Palazzo del Quirinale, residencia del Presidente de la República y las Scuderie del Quirinale, un museo que propone interesantes exposiciones de arte.

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Cuenta la leyenda que aquí se estableció un pueblo de los Sabinos, una población prerromana que honoraba al dios Quirino, y de ahí el nombre de la colina. Puedes visitar la iglesia de Sant’Andrea al Quirinale, proyectada por Bernini o la de San Carlo alle Quattro Fontane, ésta proyectada por Borromini. Y además, si se tienes suerte con el horario (normalmenlte a las 16.00 en invierno y a las 18.00 en verano), podrás asistir al cambio de guardia.

La siguiente colina por donde vamos a pasear es el Esquilino, donde está situada una de las 4 Basílicas Papales de Roma, la de Santa Maria Maggiore. La basílica es conocida también como la de la Madonna delle Neve, ya que cuenta la tradición que la Virgen se le apareció en sueños al Papa Liberio pidiéndole la construcción de una iglesia y al día siguiente apareció todo nevado. Lo curioso fue que sucedió en pleno verano, así que aun hoy, cada 5 de Agosto, un espectáculo de luz y sonido recuerda esta nevada.

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En este zona también se encuentra la Iglesia de San Pietro in Vincoli, subiendo por la Scalinata dei Borgia que encuentras en la via Cavour. La Iglesia resguarda la impresionante escultura del Moisés, al que sólamente le falta hablar.

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Fue diseñado por Michelangelo y prevista como tumba del Papa Julio II. Este barrio es muy multiétnico, sobre todo en las cercanías de la Piazza Vittorio Emanuele que esconde la Puerta Mágica. Además, si te gustan los mercados, no te pierdas el Mercato dell’Esquilino, situado en la via Principe Amadeo, muy cerca de la plaza Vittorio Emanuele (parada Vittorio Emanuele del metro, linea A).

La última colina es la del Viminale, la más pequeña de las siete. Corresponde con el actual barrio Monti, uno de los más activos, con talleres artísticos y locales donde ir por la noche. Para llegar tienes que bajarte en el metro Cavour.

En tiempos del emperador Diocleciano, mandó realizar en esta zona las Termas romanas, que aún se pueden visitar en la Piazza della Repubblica.

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No dejes de entrar a la inesperada Basílica de Santa María degli Angeli e dei Martiri, diseñada por Michealgengelo en 1561, situada dentro de las Termas. En esta zona encontrarás además El Teatro dell’Opera o el Palazzo del Viminale, que es la sede del actual Ministerio del Interior.

Si te has quedado con ganas de seguir caminando, pronto te descubriremos cuáles son las “otras colinas” que podrás recorrer, como por ejemplo el Gianicolo (Janículo en español).

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