Paseando por Roma, no dejamos de sorprendernos de la riqueza artística e histórica que tiene. Muchos autores de renombre han dejado sus huellas en ella, con obras que han marcado distintos períodos.
Uno de ellos fue Michelangelo Merisi, más conocido como “el Caravaggio”, que a finales del SXVI contribuyó a la pintura Barroca, y fue un veradero maestro del claroscuro. A menudo utilizaba modelos de la calle como prostitutas o mendigos, para representar a divinidades, lo que le acarreó más de una disputa con sus clientes, sobre todo cuando se trataba de la Iglesia.
Para apreciar su arte, de forma gratuita y relajada, puedes seguir nuestra “Ruta de Caravaggio”.
La primera parada es la Capilla Contarelli en la Iglesia de Saint Louis des Français, no lejos de la Piazza Navona,
donde podemos ver tres cuadros del artista dedicados al tema de “La vocación de San Mateo”. Uno se queda encantado mirando todos los detalles. Mi preferido es el de la izquierda, fijate bien ¿a qué te recuerda el gesto de la mano de Jesús señalando a San Mateo?
La segunda parada no nos lleva muy lejos, nos dirigimos a la Piazza di S. Agostino, donde se encuentra justamente la Iglesia de Sant’Agostino.
Nada más entrar, a la izquierda, en la primera capilla, nos encontramos con la Madonna di Loreto también llamada la Madonna dei Pellegrini.
Este cuadro no escapó a las críticas, por temas como la posición que mantiene la Virgen o la suciedad de los pies de los peregrinos, pero lo que está claro es que supone una de las obras de arte más importantes del autor.
Por si nos quedamos con ganas de arte, la iglesia conserva también un fresco de Raffaello, representando al profeta Isaías que es precioso.
Continuando nuestro paseo llegamos a la Piazza del Popolo. En la plaza podemos ver 3 iglesias, dos de ellas son las llamadas iglesias gemelas, que son la Basilica di Santa Maria in Montesanto y la Iglesia di Santa Maria dei Miracoli. Pero la que nos interesa es la más antigua, la Basilica di Santa Maria del Popolo, justo delante del arco de la llamada Puerta del Popolo.
Entrando, si nos dirigimos al fondo, a la izquierda del altar, encontaremos la Cappella Cerasi, donde hay otras dos obras de Caravaggio, “La coversión de San Pablo en el camino a Damasco”. El artista fue criticado por empequeñecer al santo bajo el caballo.
y “La crucifixión de San Pedro” donde la mirada se centra en el personaje pricipal, dejando el escenario y a los demás personajes del cuadro en la penumbra.
Estos dos cuadros simbolizaban la devoción de Roma y sobre todo de la familia Cerasi, hacia los padres de la Iglesia.
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