La ruta que va desde Alice Springs hasta Uluru es larga, son más de 460 km, así que decidimos tomárnoslo con calma y pararnos antes de llegar a Yulara, que sería la otra ciudad donde alojarse al visitar el parque. Al llegar al Monte Conner,  vimos que otras caravanas se habían parado cerca del mirador y allí pasamos la noche. Este monte se confunde a menudo con Uluru, pero su forma es más plana y tiene una historia singular. Los aborígenes lo consideran la casa de los “hombres de hielo”, que salen a pasear durante las noches más frías y como rastro de su paso van dejando lagos, como el que efectivamente se encuentra cerca de allí.

Al despertarnos fuimos hacia el parque Uluru – Kata Tjuta. Una vez superado Yulara, que más que un pueblo es una gran urganización turística, se llega al control y venta de entradas del parque. Un gran cartel anuncia los distintos precios. Una entrada válida 3 días cuesta 26$. Es bueno conservar la entrada porque pueden pedirla.

Nada más entrar hay un mirador y se puede admirar Uluru. ¡Qué inmenso y qué rojo!

Nos dirigimos hacia las Kata Tjuta, conocidas como “las Olgas“, para observar de cerca sus formas tan peculiares. Su traducción sería “muchas cabezas” y es también un lugar sagrado para los aborígenes al igual que Uluru.

Llegamos al Valley of the Winds donde se nos indican varias caminatas posibles, dependiendo del tiempo, los km y del grado de dificultad que se prefiera:

Mirador Karu: Grado 3; 2,2 km (ida y vuelta); 1 hora

Mirador Karingana: Grado 4, difícil; 5,4 km (ida y vuelta); 2,5 horas

Circuito Completo: Grado 4, difícil; 7,4 km; 4 horas

Walpa Gorge Walk: Grado 3, 2,5 km (ida y vuelta); 1 hora

Nosotros nos decidimos por esta última y nos gustó mucho, porque se recorre la base del barranco y cuando miras hacia arriba se ve el imponente muro naranja. Es fácil recorrerlo, pero eso sí, lleva buen calzado y sobre todo un gorro y crema para el sol, porque sobre todo al mediodía hace mucho calor. Se ve la vegetación del lugar y también algún canguro en busca de agua.

Para ver el atardecer nos dirigimos de nuevo a uno de los miradores frente a Uluru. ¡Un verdadero espectáculo! El color va cambiando del naranja como la tierra, al rojo fuego, a tonalidades más grises, y como regalo final, la luna llena, llenísima, porque era la noche anterior al eclipse total.

Nos despertamos temprano para verlo. Ahí estábamos, acurrucados en el camper admirando el cielo estrellado y la luna que poco a poco se iba oscureciendo. De repente se quedó totalmente roja y parecía que flotaba, no nos lo podíamos creer.

El parque Uluru – Kata Tjuta abre a las 6.30, así que hacia allí fuimos. Queríamos ver el “Sunrise” desde Uluru. El paisaje era increible, pero ¡qué frío! Había bastante gente reunida en el mirador que está detrás del centro cultural, pero el silencio era completo. Cuando se hicieron las 8.00 la gente desapareció y nos quedamos apenas dos caravanas.

Nos decidimos a darle la vuelta completa a Uluru. Empezamos sobre las 11.30 y a lo tonto a lo tonto se nos hicieron las 17.00. Son 10,6 km en total, pero es que lo hicimos despacito, mirando cada roca o forma curiosa, así que con 3,5-4 horas se puede hacer. Se pueden ver las hendiduras, los rastros del agua en la roca, formas y texturas únicas, cuevas donde los ancianos aborígenes celebraban algunas ceremonias o donde enseñaban a los jóvenes a sobrevivir en el desierto, reconociendo las huellas o encontrando el agua.

Nosotros tuvimos un día nublado y nos salvó, pero si está soleado hazlo más temprano y no te olvides el sombrero, agua y la protección solar.

Se pasa también por una zona donde mucha gente escala la roca, a pesar de los carteles de prohibido o de petición de respeto por parte de los aborígenes. Además algunos tramos son peligrosos y mucha gente ha perdido la vida. Parece ser que desde octubre 2019 queda prohibido definitivamente escalarla, y nosotros nos alegramos.

Nos cruzamos también con gente que realiza el recorrido en bici o en segway. Se pueden alquilar en el centro cultural, pero hay que tener en cuenta que algunos tramos son de arena.

Para descansar un poco fuimos hasta el Centro Cultural. Ofrecen una guía en inglés por 2$. Hay varios paneles explicativos del trabajo conjunto entre aborígenes y rangers en la gestión del parque. En los años 70 les vino reconocida la propriedad de la tierra. Aunque parece ser que luego la cedieron por 99 años a los Parques Naturales Australianos para su explotación.

Algunos consejos

Nosotros aconsejamos para esta excursión la caravana porque te da mayor libertad, pero si llegas a Alice Springs no te será difícil alquilar un coche. Mejor si es un todoterreno para no tener problemas al meterte por alguna ruta secundaria. Otra opción es encontrar una excursión organizada en bus turístico (nosotros vimos muchos autobuses que decían: 3 noches en Uluru x 370$)

Otro consejo que te damos es no dormir en el camping de Yulara, demasiado caro. A pocos Km antes de llegar hay un camino a la izquierda que te lleva a un “camping no oficial” y gratis, que es una buena alternativa para pasar la noche. Y no te olvides de la gasolina, en Yulara es carísima, pero es que no hay más gasolineras hasta el cruce con la carretera que lleva a Adelaida de una parte y a Alice Springs de la otra.