Una de las cosas más divertidas de Italia es entrar por la mañana en un bar y escuchar, admirando al camarero, las mil y una formas que los italianos tienen de pedir un café. Imagínate a los clientes  amontonados en la barra, demostrando su originalidad, mientras que el camarero hace malabarismos con los tazas y las cucharillas, como si todo fuese normal.

Si quieres probar esta experiencia, aquí te damos unas indicaciones para aprender a pedir un café en Italia.

– La primera cuestión que tienes que decidir es qué tipo de taza prefieres, normal o “al vetro” (de cristal).

– La segunda, es decidir, si tomas el café con leche (“il latte“), cómo la quieres: fría, caliente, desnatada, espumosa.

– Y la tercera es elegir qué café vas a pedir: largo, corto, aún más corto, cortado.

Empezamos con:

Un caffè” , lo que vendría a ser un expreso, un café corto, solo y muy fuerte. Pero puede llegar a ser “ristretto” (concentrado), vamos, una lagrimita de café, como decía mi abuela.

Un caffè macchiato” que equivaldría a nuestro café cortado, eso sí, con menos leche, pero es que “il latte” puede ser freddo (fría), caldo (caliente), scremato, con schiuma (espumoso, pronunciado “esquiuma”), senza schiuma (sin espuma).

Un cappuccino” el más famoso e internacional de todos. Es un café con leche “con su estilo propio”. La leche se calienta con el vapor y así crea más espuma. Tampoco escapa a las variantes de taza y leche: chiaro, oscuro, al vetro, decaffeinato, con il latte scremato, freddo, caldo, lungo, corto… y por si fuera poco le puedes añadir una  “spolverata di cacao“.

Latte macchiato” es un vaso de leche sin espuma con unas gotas de café. Normalmente servido en un “vaso di vetro” largo.

Un marocchino“, se trata de un café corto “schiumato” que por encima le añaden cacao. Si te gusta más goloso, pide un “caffè con panna” (con nata)

Un caffè corretto” es un café solo con un chorrito de licor, vamos, “un carajillo”.

A las cafeterías han llegado algunas novedades pero se alejan de la idea del café tradicional, ya que son más bien infusiones. Encontrarás:

– “caffè al ginseng“, no lo hemos probado, pero seguramente si te gusta el sabor al ginseng, esta es tu bebida.

– “caffè d’orzo“, no se si tomaban “Ecco” cuando eran chicos, pues sabe igual: agua o leche con cebada soluble.

Lo que no hemos encontrado en Italia es un café que se asemeje al “café leche y leche” o al rico “barraquito” y no vean como lo echamos de menos.

Otra cosa que te sorprenderá es la rapidez con que los italianos se toman el café:

– Llegan al bar

– Pagan el ticket (la caja normalmente está enfrente de la barra, separada)

– Se ponen en fila mientras piensan cómo sorprender al camarero

– Piden el café

– Le ponen azúcar o no (en algunos bares encontrarás también una espuma hecha con azúcar y café, o a veces verás un cuenquito con nata montada)

– y zas, se toman el café en un plisplás.

– Tienen tiempo además para hablar con el camarero y comentar las noticias del día, política, fútbol.

– Y al final, se marchan saludando a todo el mundo.

Tiempo total: ¿Una hora? Nooo, de 3 a 5 minutos, no más.

Así que si un italiano te invita a un café, será cuestión de 5 minutos, nada de sentarse a revolver y revolver el café, o beberlo a sorbitos. Es un café “al volo” y ¡a la calle!

Ahora te toca practicar para encontrar tu combinación perfecta y saber decirla rápidamente:

un caffè largo  macchiato caldo con latte scremato in tazza normale“, “un cappuccino decaffeinato oscuro con schiuma al vetro“…

¡Escríbenos contando cuál es tu “variante” del café y cuál ha sido tu experiencia!