** Este Diario de viajes lo he recuperado hace poquito, es del 2005 y me apetecía compartirlo.

Para calcular los precios actuales, habrá que pensar al menos al doble de los que comentamos. Por lo que nos dice nuestra amiga Paula, una empanada hoy cuesta entre 8 y 10 pesos y el billete del subte 4,5 pesos! 🙁

http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cotizaci%C3%B3n_hist%C3%B3rica_de_monedas_de_la_Argentina

Llegamos el 1/12/2005

Hemos dejado París, para iniciar nuestro primer viaje juntos, leeeeejos de casa. Estamos muy emocionados! Los últimos días, hemos organizado todo y nos hemos despedido de los amigos. A otros los veremos en Argentina, porque han regresado a casa. Nuestra primera etapa será Buenos Aires.

Trás una escala, con gran retraso, en Madrid, y es que había huelga de Aerolíneas Argentinas, por fin podemos decir que… Llegamos a Buenos Aires!! Bieeen!

Estamos en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Son las 8.30 de la mañana. El vuelo no ha estado tan mal. Entre dormir un poquito, ver una peli y comer algo, no se nos ha hecho tan largo. Tras pasar la aduana sin problemas y recuperar las maletas, nos vamos a la oficina de transporte Manuel Tienda León que por 20 pesos por los dos nos propone llevarnos hasta el hostal.

Durante el trayecto recibimos la primera imagen de Buenos Aires: Grandes espacios interrumpidos por casuchas. Y en la ciudad, el caos, mucho tráfico, las prisas de la gente, grandes avenidas, zonas comerciales.  Atravesando el centro por la Avenida Primero de MAyo, nos encontramos una plaza del Obelisco decorada con un “gran preservativo”  para recodar el Día Mundial contra el SIDA.

1diciembre

buenosaires

Llegamos al albergue que se llamaba Posta del Barto en Bartolomé Mitre 2297 y pagamos 160 pesos por 4 noches (15$ por noche en aquel año)

Un chico muy amable nos recibe. Teníamos una habitación muy sencilla con baño privado. Para llegar a ella hay que subir a la azotea del edificio y de allí acceder a la habitación a través de otra rampa de escaleras. Lo que se agradece es un ventilador, del año catapún, que nos habían dejado en la habitación, y es que hace mucho calor.

Dejamos los trastos y no resitimos, salimos directamente a la calle. Teníamos que buscar un banco y comer algo. Primer paseo por Buenos Aires. El primer impacto fue fuerte, nos sentianos como en la película “9 Reinas”, (una película argentina sobre Buenos Aires y sus estafadores), pero enseguida nos dejamos llevar por el ritmo de la gente y de la ciudad. Estamos cerca de la Plaza de Congreso, una plaza de primcipios del SXX donde hay una réplica del Pensador de Rodin. Nos habíamos fijado en un horno que preparaba las “empanadas” con distintos rellenos y tenían muy buena pinta, así que tras solucionar lo del banco volvimos allí. Cada una sale entre 1,20 y 1,50 pesos. Nos apetecía probarlas, así que pedimos media docena de las de carne, ¡¡qué buenas!! Creo que la próxima vez pediremos la docena completa!!

Volvimos al albergue y el chico nos explicó como iba lo del desayuno. No queríamos dormir, pero no resistimos y dormimos una buena siesta.

Nos despertamos a media tarde y localizamos a nuestro amigo Leandro, un abogado “porteño” que conocimos en París. Hemos quedado en casa de un amigo suyo y de allí nos llevará a unos chiringuitos cerca del río, en la zona de Puerto Maderos, a comer un “bife de chorizo”…qué descubrimiento, es una carne muy tierna!! Y acompañado de la salsa “chimichurri”, mejor que mejor!

kioscos-parrillas

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En el paseo habían más quioscos, pero para ellos éste era el mejor. Se llamaba “El chapulín”. Hemos pagado 10 pesos cada uno incluida la bebida y nos hemos puesto morados. El señor además era muy simpático. Después habían quedado en la casa de una amiga  que se acababa de licenciar y celebraba una fiesta en su casa. Los familiares y amigos de la homenajeada nos preguntaban, con curiosidad, cosas sobre Europa, sobre nuestro viaje y nos ofrecieron un montón de dulces gorditos, hechos con dulce de leche…hummm!  Daniele se sentía como en casa, porque casi todos tenían algún familiar o alguna relación con Italia, y la mamá de la chica era también calabresa! 😉

Los siguientes días, los hemos dedicado a conocer la ciudad, a ratitos sólos y a ratitos con nuestros amigos.

Hemos empezado el paseo por el Congreso, y luego seguimos toda la calle derechitos hasta llegar a la Plaza de Mayo, corazón activo de la ciudad. Hoy es viernes, así que las Madres de la Plaza de Mayo no se reúnen (nos han dicho que sólo los jueves), pero su presencia se nota en el aire.

avenidas

subte

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En esta plaza se encuentra la Casa Rosada, edificio público que nos llamó la atención. Alberga las oficinas del Presidente de la República. Según parece el color rosa era muy utilizado en el siglo XIX para pintar los edificios, ya que era fácil de obtener mezclando cal con sangre bovina.

Después continuamos por la calle peatonal La Florida y plaza Lavalle, que es una zona comercial donde había muchísima gente paseando y viendo los escaparates.

gente

prisas

Vimos algunas manifestaciones mientras cruzamos dos o tres veces la gran Avenida 9 de Julio, donde está el Obelisco, que ya no estaba decorado. Pasamos también delante del Teatro Colón, que estaba en remodelación, y preguntamos por el espectáculo que había, “Capriccio” de Richard Strauss, pero las entradas que quedaban tenían menos del 50% de visibilidad, así que nos lo pensamos. Estaban a 36 pesos, así que era casi, casi mejor que una simple visita al teatro que costaba 16 pesos. También había un concierto de la Orquesta Sinfónica de Buenos Aires a 30 pesos, pero bueno, intentaremos asistir cuando regresemos por aquí.

Siguiendo nuestro recorrido, llegamos a la Plaza, y parque de San Martín, donde además de bancos a la sombrita donde nos sentamos un rato, estuvimos entretenidos viendo como rodaban una peli, donde se representaba una fiesta bucólica con música y carrito de globos!

Volvimos hacia el albergue porque eran casi las 5.30,  y habíamos quedado de nuevo con nuestro amigo Leandro. Cruzamos 9 de Julio y subimos Rivadavia. Nos refrescamos un poquito y volvimos a salir. La cita era delante del Teatro Colón. Nos llevó a la Facultad de Derecho donde tenía que entragar unas notas y nos la enseñó. Lo que nos resultó raro fue pensar que los estudiantes estaban ya disfrutando de las “vacaciones de verano”. La Universidad y los estudios primarios y secundarios son gratuitos, pero los profes no tienen buenos sueldos, por lo que nos decía.

Después fuimos hacia su barrio, Palermo. y antes de subir a su casa, donde cenaríamos, tuvimos incluso tiempo incluso de ir a la pelu!! Si, si, corte de pelo, tanto para chicos como para chicas a 9 pesos en la peluquería “Duilio”.  Fue interesante poder hablar de la situación del país con los amigos de Leandro.

Al día siguiente, nos dirigimos hacia el Barrio de Recoleta. Visitamos su cementerio, que es muy curioso. Allí están enterradas entre otros personajes ilustres, Evita Perón o Victoria Ocampo. Nos sorprendió el hecho de que los mausoleos estuvieran abiertos y se viese todo en el interior. También habían muchos gatos. El ambiente es raro.

Cambiamos de escenario y nos fuimos al Museo de Bellas Artes.

La primera sorpresa fue descubrir que era gratuito, como la mayoría de los museos y la segunda, conocer la fantástica colección de artistas argentinos, desconocidos por completo para nosotros. Estuvimos jugando en las instalaciones artísticas que habían. El Museo de Arte Latinoaméricano de Buenos Aires también es muy interesante.

museo

Comimos en un Club del Barrio, en la zona de Palermo. Costó 41 pesos por persona. Tras el cafecito, vuelta a la calle. Nos despedimos de Leandro y fuimos a la calle Arenales, a saludar a otra amiga de la familia. Brindamos incluso por el nuevo año por adelantado.

Y a las 21.00 habíamos quedado con María Noelle, otra amiga “parisina”, en Villlage Recoleta, una zona al lado del cementerio que visitamos esta mañana. Es un poco chic, pero está lleno de locales y restaurantes. Entramos en uno tranquilito. Estuvimos recordando viejos tiempos y dándole al pico hasta bien entrada la noche.

Nos acompañaron a la parada del 96 que nos dejó entre Bartolomé y Rivadabia y luego caminamos un poquito hasta el hotel. Volvimos a remarcar como cambian los barrios y sus gentes, por la mañana o por la noche. Este es bastante feo por la noche y con movimiento en los almacenes por la mañana.

Hoy día 4 tocaba comprar los “boletos” para llegar a nuestra próxima parada  nuestra San Antonio Oeste. Así que fuimos a la estación de Retiro. En el primer piso de la estación están las oficinas de todas las compañías de guaguas posibles, repartidas por zonas geográficas. Al final, tras comparar los precios y horarios, los conseguimos. Habíamos llegado en metro (0,70 centavos el billete). El tren era muy curioso, parecía del oeste. Todo de madera, lamparitas en el techo, puertas con apertura manual. Después veríamos otros metros más modernos.

subteperu

Al llegar por la zona de Leandro, volvimos a “desayunar” con un par de empanadas y un pastel de jamón y queso…hummm. De allí, en guagua, fuimos hacia el barrio de la Boca y el Caminito. También pasamos cerca de la Bombonera. Leandro nos contó que cuando hay partido, la guagua va repleta y la gente se pone a cantar y a saltar.

guagua

Ahora no, pero cuando regresamos a Buenos Aires, pudimos asistir a un partido en directo en la bombonera, junto a nuestra amiga Bettina, aquí va un adelanto!

boca

esperando-el-partido

bombonera

empieza-el-partido

El aspecto del Barrio es muy destartalado, pero tienen esas casas de colores tan singulares que lo hacen especial. El Caminito tiene muchos locales y tiendas turísticas, con recuerdos, imágenes de Mafalda, calabazas para beber el mate y hay espectáculos de tango callejeros. Algunos artistas están recuperando y transformando las casas en sus talleres.

casascaminito

tangueros

Voilà nuestro “guía especial”, Leandro!

caminito

Nos acercamos al “Riachuelo” y aunque está sucio, sin niebla y con pocos barcos, no nos impidió cantar “Niebla del Riachuelo”!

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Volviendo hacia el centro, visitamos los “conventillos”, de San Telmo. Eran casas enormes de familias adineradas, que huyendo de la peste se marcharon hacia el norte, abandonándolas. Así que se convirtieron en el hogar de familias de inmigrantes. Las casas son preciosas, muchas con un patio interno. Ahora hay salas de exposiciones, tiendas de regalitos, y además, menos turísticas que por el Caminito.

cositas

conventillo

El-patio-del-tiempo

Nos pedimos un heladito, y el chico se reía cuando le pedí 2 bolitas, porque aquí como en Italia, se pide por tamaño del cono o de la copa, o al peso. Le pedimos entonces 1/4 kg. Entre los gustos, como no, había el de dulce de leche!.

Caminando, caminando llegamos al corazón de San Telmo, a la Plaza Dorrega, donde había un mercadillo lleno de mil cosas y en la Plaza estaban bailando tango.

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Conocimos a un bailarín al que llaman “El Indio” que explicaba la evolución del baile, tenía unos movimientos perfectos, con gracia, pero cuando oimos los comentarios de la gente, decían que “boludeaba”  demasiado, es un baile espectáculo, dirigido a los turistas.  Así que nos fijamos en otros viejillos que bailaban bien agarrados, sin mirar al suelo, con “pasión” y la verad que era precioso.

Seguimos nuestro paseo visitando la Iglesia de San Ignacio de Loyola, la más antigua de la ciudad. Se está abriendo y es una lástima. Ahora intentan renovarla. También pasamos por la Catedral, muy bonita.

Para cenar pedimos pizza y vimos una peli argentina, “La buena vida”, un poquito rara.

Hoy día 5, nos espera nuestro viaje en guagua, así que hemos dejado la habitación y dejaremos los trastos en casa de nuestro amigo. Dimos un paseo y comimos juntos. A media tarde llamamos un taxi y fuimos hacia la estación. El taxista, muy amable, quería convencernos para que nos trasladásemos a Buenos Aires, pero no fue muy convincente;). En la estación hay maleteros, pero si les dices que no o les das una propina no insisten. Cuando llegó la guagua, fuimos a nuestros asientos, el 43 y el 44, los últimos. Son muy espaciosos. Además tenemos cena y desayuno. Vaaaamos!!