23/04/2014

La Ciudad Prohibida

Hemos decidido dedicar el día a visitar la Ciudad Prohibida (la verdad que como es inmensa se va casi todo el día visitándola!)

Para llegar hay que bajarse en la parada de metro Tien’anmen, pasar los controles de seguridad, llegar a la Plaza, entrar atravesando las dos grandes puertas custodiadas por los guardias, hasta llegar a una larga explanada. Allí están las ventanillas para comprar las entradas.  La entrada entera cuesta 60 Yuan y si eres estudiante 20 Yuan (yo le enseñé el carné de la Uned y me hizo el descuento 😉 )Después, entrando a la derecha hay otro chiringuito para alquilar una audioguía que cuesta 40Yuan, pero la verdad es que no nos gustó demasiado, porque como funcionaba por GPS, a veces no se encontraba y volvía a empezar o se apagaba y no se encendía, un lío! No creemos  que merezca la pena.

Empezamos visitando los primeros pabellones y palacios donde el emperador “recibía a las visitas”, con el trono desde donde tomaba las decisiones, o también un pabellón donde esperaba la empratriz, jugando al columpio con las concubinas.

ciudad-prohibida

Algunos edificios son más interesantes que otros, por la colección de objetos que muestran. Hay uno que estaba dedicado al Correo y telégrafo.

detalles

ventana

En otro podemos admirar una rampa muy alta hecha completamente de mármol y que podía ser pisada sólamente por el emperador. Están representados 9 dragones entre nubes, que indicaban que el emperador era el señor del cielo y de la tierra.

9-dragones

En un jardín interno de la emperatriz, hay una colina inmensa hecha de piedra que simula un gran coral, es muy curioso. En el mismo jardín hay varios templetes circulares, donde la gente estaba al fresquito.

Poco a poco nos encaminamos hacia la salida, porque queríamos visitar también el Parque Behai, antiguo centro de la ciudad, antes de que surgiera la Ciudad Prohibida. Hay que pagar 20 Yuan para entrar. Tiene una pagoda con un estupa blanco que recuerda inmediatamente a los de Birmania, y efectivamente proviene de allí. Una placa recuerda que el Dalai Lama la visitó.

behai-parque

El parque es enorme, y muchos chicos van allí, porque es un sitio “romántico” para las parejitas. Muchos dan un paseo en barca. Dicen que se anima sobre todo al atardecer, pero nosotros tuvimos que marcharnos porque teníamos que ir a la estación a retirar los billetes para mañana.

Llegamos corriendo a las 18.00. Saliendo del metro, hay que buscar los carteles que pongan North Square y se sale a una plaza enorme, al fondo de la cual hay lo que parece un centro comercial. Lo primero que uno encuentra son las puertas para entrar a la estación pasando los controles de seguridad, pero al otro lado de estas puertas, se llega a una sala donde están las ventanillas, todas llenas de gente! Cada fila tiene unos torniquetes, para evitar que la gente se agolpe o se cuele. Hay una ventanilla que pone “English” (en nuestro caso la nº17),

estación

y allí un chico hablando un inglés discreto, nos sacó todos los billetes, para los tres trayectos que tenemos que hacer, pagando 20 Yuan extras. La verdad que nos resultó cómodo sacar todos los billetes al mismo tiempo. Los habíamos conseguido trámite esta agencia

China DIY Travel

que se portó estupendamente en todo momento, y la verdad que no sé si de otra forma hubiéramos conseguido entendernos en las estaciones o conseguido los billetes, sobre todo en estas fechas.

Tardamos un buen rato porque al parecer el empleado no encontraba la serie de nuestros billetes, vinieron 2 o 3 colegas, lo revisaron un par de veces … y por fin, nos los dieron!

Lo que no hay que olvidarse al ir a retirarlos es del pasaporte porque te lo piden.

Después volvimos a nuestro barrio a cenar y pasear un poquito y observar los puestos que habían.