Magnetic Island es una pequeña isla situada en la Bahía de Cleveland, frente a la ciudad de Townsville, en las costas del Queensland, en Australia.

Es una isla turística, pero a diferencia de otras islas vecinas, famosas por estar rodeadas de barrera coralina, Magnetic Island es mucho más accesible en cuestión de alojamientos y precios. Tiene una atmósfera tranquila, bonitas playas y verde, ya que la totalidad de la isla es en realidad el Magnetic Island National Park. Además esconde una colonia de koalas y ualabis que podrás ver mientras recorres los senderos.

Llegamos a la isla en un ferry provenientes de Townsville. Con la compañía SeaLink el billete cuesta 17$ solo ida o 33$ ida y vuelta y tarda unos 20 minutos. Si llevas tu coche o caravana tendrás que ir con la compañía FantaSea y tardarás el doble, aunque es más barata. La isla propone diferentes soluciones de alojamiento, nosotros optamos por CSTAY en Picnic Bay (nos costó 70$ una noche).

Para llegar a Picnic Bay esperamos el autobús local 250 de la compañía SunBus que sale desde el puerto y pasa aproximadamente uno cada hora (7,20$ el ticket diario o 2,60$ un viaje)

Picnic Bay, la playa más al sur de la isla, nos recibió con marea baja y una pasarela para admirar el paisaje, ¡qué colores!

Al día siguiente nos dirigimos hacia el norte, siempre con el autobús local, para realizar el sendero “Forts Walk”, que te lleva hasta un antiguo fuerte de la segunda guerra mundial al que se llega recorriendo un sendero circular que dura unas 2,5 – 3 horas, si lo haces con calma. Es un camino fácil.

Lo mejor de todo es que durante el recorrido, mientras atraviesas una zona de bosque con altos eucaliptos, si te fijas bien en las cimas de los árboles podrás ver Koalas. Como se mimetizan es difícil verlos, pero siempre habrá alguien que tenga mejor ojo que tú y esté bajo el árbol con cara de … ¡oooh, qué tierno! Nosotros vimos un montón, son gorditos, tranquilos y se quedan roncando entre las ramas.  ¡Incluso vimos a una mamá Koala con su pequeño!

Pero no hay que olvidar que estamos en Australia, y mucha de su fauna es peligrosa. En esta zona se encuentran las venenosas “víboras de la muerte“, así que hay que tener mucho cuidado, ver por donde se pisa y sobre todo evitar salirse del sendero.

Nosotros subimos hasta el fuerte y la estación de telégrafo, observando la costa desde lo alto.

Volvimos al punto de inicio del sendero y al ver que el autobús hacia PicNic Bay acababa de pasar, decidimos ir hacia el otro lado, hacia Horseshoe Bay, caminando. Tardaríamos unos 20-25 minutos. Pero el paseo tuvo recompensa, nos sentamos en un pub y vimos el atardecer tomando una cervecita y una cesta pescadito frito.

 

Cuando se va el sol, casi todas las actividades se paran, y la gente empieza a desaparecer, así que esperamos nuestro bus de vuelta y volvimos al hotel.

Pero no acababan ahí nuestras sorpresas. Ayer reservamos los billetes de autobús con la compañía Greyhound para llegar a Cairns.  Estábamos convencidos de que fuesen para el día siguiente a las 12.00 del mediodía,…pero, ¡nooo! El bus salía a las 00.00, a medianoche, menos mal que nos dimos cuenta. Y es que escriben 12.00 AM – 12.00 PM y la verdad es que nos confundimos. Pero aprendimos, ¡no nos volvió a suceder en todo el viaje!

Adiós a la cena que teníamos en mente y a dormir tranquilamente en la habitación. Recogimos los trastos y vuelta a esperar el bus para ir hasta el puerto. Salía un ferry a las 21.30 y el último a las 23.00. Nosotros pudimos coger el penúltimo y llegamos muy bien al puerto de Townsville. Allí esperamos el bus con el que llegaríamos a Cairns a las 5.35 am.

En Cairns alquilamos una caravana para recorrer el Outback australiano. Poco a poco te lo contaremos, así que ya sabes ¡¡no te lo puedes perder!!