En nuestro viaje por los mares del sur conociendo Australia, Nueva Caledonia y las Islas Vanuatu, no podíamos perdernos Nueva Zelanda, así que por allí estuvimos casi dos semanas conociendo la Isla Norte.

Las etapas de nuestro recorrido fueron:

  1. Auckland – Tairua
  2. Tairua – Península de Coromandel – Matamata (Hobbinton) – Rotorua
  3. Rotorua  – Gisborne
  4. Gisborne – Napier  
  5. Napier – Taupo  
  6. Taupo – Tongariro National Park
  7. Tongariro National Park – Waitomo
  8. Waitomo – Auckland
  9. Auckland – Orewa – Warkworth – Puhoi – Whangarei – Paihia
  10. Paihia – Cape Reinga – Pukenui
  11. Pukenui – Oponomi
  12. Oponomi – Auckland

 

Algunos “apuntes” antes de empezar:

Las primeras cosas que hicimos al llegar al aeropuerto de Auckland fueron comprarnos una tarjeta de teléfono. En la Terminal encontrarás varias compañías y propuestas, es algo fácil de realizar y puede resultar útil. Después fuimos a recoger el coche que habíamos alquilado. La conducción es por la derecha, pero te acostumbras rápidamente. Las oficinas de la compañía no están en el aeropuerto sino fuera, a unos 5 minutos, pero hay un autobús que te lleva hasta una gran explanada y allí está, junto a la mayoría de compañías.

En los alojamiento, nos resultó cómodo que la mayoría de las habitaciones tuviesen cocina sobre todo para preparar las cenas.

Como excursiones extras hicimos:

Hobbiton y el set de películas (84$)

Partido de los All Blacks contra Australia en el Eden Park

Te tendrás que inscribir en esta página para formar parte de una “lista de espera”, ellos te avisarán cuando salgan a la venta las entradas y podrás elegir tu asiento.

Waitomo Caves (53$)

Supermercados: los que más usamos fueron los enormes “Pack’n Save

 

–> 1ª parte del Diario de viaje

Nuestro viaje empezó en el pequeño aeropuerto de Auckland. Salimos de la ciudad y pusimos rumbo a Tairua. Un pueblo cerca del mar con casas preciosas. El ambiente es muy tranquilo. Dimos una vuelta y vimos el atardecer. Habíamos comprado unas cosillas en un súper y cenamos en la habitación del hotel Pacific Harbour Villas, agradable y con un personal simpático.

Al día siguiente teníamos reservada la visita a Hobbiton, en Matamata, pero antes quisimos ver la Península de Coromandel y la Cathedral Cove, ya que estábamos muy cerca. El paisaje era estupendo. Puedes observarlo desde un mirador y bajar a la playa gracias a unas pasarelas de madera. La zona nos gustó un montón.

Pero teníamos la cita en Hobbinton a las 12.00, así que tuvimos que marcharnos. Llegamos justo a tiempo. Nos imprimieron la entrada y nos pusimos en fila para esperar el autobús que nos llevaría al set. Está todo súper organizado. Los grupos son de unas 20 personas y el recorrido dura unas 2 horas y media. Tienes libertad para pararte y sacar fotos donde quieras, eso sí, sin salirte del camino y siguiendo el ritmo del grupo. Es divertido porque cada casita tiene su propia decoración. La visita termina en el bar “Green Dragon” donde nos ofrecieron una bebida. Después volvimos al bus y nos despedimos de la guía y de nuestro grupo.

Tras una pausa “picnic” nos pusimos en marcha hacia Rototua, donde pasaríamos la noche en el Rotorua Hideaway Lodge que también nos gustó ya que lo llevaba una pareja joven muy simpática y tenía una amplia zona de juego para niños que Daniele ¡¡aprovechó!!. También tenía lavadora y secadora.

Rotorua es conocida por sus aguas termales.

Hay varias opciones para disfrutarlas, ir a parques como Wai to Pui o el Te Pai donde hay que pagar 32$ y 48$ (los encontramos caros) o ir al parque Kurai, que es gratuito y tiene unas piscinas pequeñas donde puedes meter los pies.

Tras un rato al calorcito nos gustó la idea de las piscinas calentitas y fuimos a preguntar al Polinesian Spa, pero allí también costaba 30$ solo la entrada o 50$ si querías albornoz, zapatillas y champú. Optamos por la piscina municipal, también con una zona Spa, que costaba 8$. Hablando con unos viejillos en la piscina, nos aconsejaron ir a Gisborne por la carretera de los lagos e ir a las piscinas naturales Waitamo. Tras una vuelta enorme, llegamos. Costaban 8$, con unas instalaciones básicas, pero nos lo pasamos genial en el agua en medio del bosque.

Al salir empezó a chispear y no pararía de llover hasta llegar a Gisborne, tuvimos que ir con cuidado.

La señora del Waikanae Beach Motel, era muy simpática. Nos cambió a una habitación más grande y con cocina por el mismo precio.

Visitamos Gisborne al día siguiente. Nos gustó su playa y también la parte alta del pueblo donde hay un parque en honor al comandante Cook, ya que en fue la zona donde atracó en sus primeros viajes a Nueva Zelanda. Lo mejor de todo son las vistas de la costa.

A media tarde llegaríamos a Napier, una ciudad costera famosa por su arquitectura Art Deco. En 1931 sufrió un devastador terremoto y fue reconstruida con el mismo estilo de aquella época. Es una ciudad limpia, ordenada e idónea para comprar algún souvenir.

Por el camino hicimos un alto en las las termas de Morere (Morere Hot Springs) 14$ por persona y en el pueblo de Wairoa, con su pequeño faro.

Dormimos en el Criterion Art Deco Backpackers un hostal céntrico, con zonas en común agradables pero habitaciones viejas y personal poco profesional.

Al día siguiente llegaríamos a Taupo. El camino fue por carreteras verdes y ondulantes, salpicadas por casitas de colores, ovejas y vacas. Se notaba la diferencia de temperatura mientras nos alejábamos de la costa. Disfrutamos de los paisajes del camino. Dormimos en el Finlay Jacks Backpackers en una habitación más cómoda, pero con un personal muy serio.

Aprovechamos para recorrer el parque Huka Falls y sus piscinas termales cerca del río Waikato, pero no pudimos acercarnos a las cascadas porque se nos hizo de noche. Así que fuimos a tomarnos un capuccino al McDonalds del pueblo, y dirán, ¿al McDonalds? Aquí merece la pena la visita porque tiene un avión de verdad. Es para los niños, pero nos dejaron subir.

Leímos que el lago Taupo tiene un tamaño similar al de Singapur, tan grande que parece un mar interior, aunque de agua dulce. Pero ahora viene la pregunta ¿cuánto mide Singapur?

Por la mañana visitamos las Huka Falls. Es fácil llegar en coche y se puede dejar aparcado justo al lado de las cascadas. No son muy altas, pero llevan mucha agua. Continuamos hacia el parque Geotermal con las Wai Terraces que tienen un paseo entre piscinas de fango. Las instalaciones geotermales son impresionantes. Regresando a Taupo nos paramos en el “Museo de la Miel”. Es una visita agradable. Tiene una pequeña cafetería y una tienda donde venden productos para el cuerpo, licores o la rica miel, que puedes probar. La más conocida y cara es la miel de Manuka, llena de propiedades beneficiosas. Antes de marcharnos de Taupo, realizamos una pequeña “ruta graffitti“.

Ese día dormimos en el Tongariro National Park, a unos 100 km de Taupo en el National Park Backpackers. La verdad que nos decepcionó ya que las habitaciones eran viejas y frías. Por cierto, acuérdate de llevar comida, alli no hay nada de nada.

Al despertarnos nos preparamos para hacer la etapa del día Tongariro National Park – Waitomo

Fue un día completito. Primero visitamos el Château Tongariro que es donde empiezan las pistas de esquí y donde hay un centro de información con un museo. No resistimos y nos pusimos a jugar con la nieve.

Después, despacito, fuimos hacia Waitomo que es conocido por sus grutas con “gusanos luminosos”.

Nuestro hotel, el Waitomo Caves Hotel, que estaba muy cerca de las cuevas, parecía sacado de una película de terror. Leimos un montón de leyendas e hitorias sobre el hotel, todas un poco tenebrosas.

Fuimos a las cuevas. La visita dura unos 45 minutos. Las primeras salas son sosas, pero después empiezan a ser más interesantes ya que se ven los hilitos que producen los bichitos de la cueva. Pero no es hasta que subimos a una barca junto a unas 15 personas y nos llevaronn por una cueva en total oscuridad que nos dimos cuenta de la luz que desprenden, parece un cielo estrellado. Es muy, muy curioso. En la cueva no se pueden sacar fotos.

Si tienes tiempo recorre la zona. Nosotros fuimos hasta las Piripiri Caves (nos gustó el nombre), y hasta una preciosa casacada que estaba cerca.

Nos intrigó también el Natural Cave, otra preciosa caminata cerca de un riachuelo que lleva a una cueva altísima tallada en la piedra. Nos encantó. Un chico de la zona nos dijo que por la noche allí también se ven bichitos luminosos, pero no nos quedamos.

Volvimos hacia el hotel e hicimos un alto en el Pub Tomo para cenar. Había ambientillo. Estudiamos las reglas del rugby viendo los partidos que estaban retransmitiendo.

La verdad que dormimos muy bien en el hotel, pero al día siguiente la curiosidad nos hizo recorrerlo de arriba a abajo. Algunas habitaciones parecen de verdad ¡habitadas por “fantasmas”!

 

–> No te pierdas la 2ª entrega de esteDiario de viajes por Nueva Zelanda” te contaremos nuestra experiencia viendo a los AllBlacks, el camino que recorrimos hasta llegar a Cape Reinga y nuestra vuelta a Auckland.