Este verano “lo hemos vuelto a hacer”, y seguro que no será la última vez. Hemos pasado unos días como equipo de un velero. Te tienes que adaptar a los compañeros y espacios, así como compartir gastos del puerto y comida a bordo, pero es un sistema que nos encanta porque te da mayor libertad, sigues el ritmo del viento y descubres playas a las que de otra manera sería muy difícil llegar.

Esta vez hemos visitado algunas islas del Dodecaneso como Kos, Rodas y de la que os vamos a hablar, Symi, la isla que no nos esperábamos.

Symi nos recibió a media tarde en su puerto, con una luz que acariciaba las fachadas de sus casas color pastel. Casas del SXIX de estilo neoclásico muy originales porque tienen tejas y ventanas largas con pequeños balcones. Todas iguales, como si estuviésemos en un decorado. Fue una sorpresa ya que mientras nos íbamos acercando a la isla se presentaba árida y montañosa y no nos esperábamos un puerto con esos colores y arquitectura especial.

Symi, que según cuenta la mitología es la isla de las Tres Cariátides, es una pequeña isla a la que podrás llegar fácilmente también en ferry desde Rodas (50min) o desde Kos (1,5h) con billetes que oscilan entre 11,5€ y 13,5€ según la compañía que elijas.

Symi puede presumir de tener el título de Pueblo de interés Nacional y puede estar orgullosa de haber resistido a diferentes ocupaciones como la italiana, la nazi e incluso la inglesa, antes de que en 1948 volviera a ser parte de Grecia.

Al caer la noche paseamos por las animadas calles del puerto, buscando un local donde cenar. Esta zona baja de la ciudad se llama Gialos o Epano Symi, es un área arquitectónica protegida. Tiene mucho movimiento y encontrarás de todo: supermercado, farmacia, correos, bancos… Por la mañana descubrimos una panadería al cruzar un pequeño puente que lleva hacia el otro lado del puerto con unas napolitanas recién hechas que estaban buenísimas.

En Gialos verás la Torre del Reloj que es de finales del SXIX

Llama la atención como las casas se distribuyen por toda la ladera hacia lo alto, la zona llamada Chora o Ano Symi. La subida cuesta un poquito de esfuerzo, pero recompensarán las vistas del puerto, ver las bonitas casas, los restos del Castillo de los Caballeros de la Orden de San Juan, las iglesias, como la de Evangelismós, con cúpulas rojas y un alto campanario, e incluso viejos molinos.

Puedes subir a Chora por la Kali Strata, una escalera del SXIX con “500 escalones”

Playas en Symi

Hay algunas playas cercanas a la capital y a su puerto, como la Paradise Beach, Nos, pero la mayoría de las playas son de difícil acceso, así que te aconsejamos que vayas al puerto y preguntes por los tours que organizan cada día en barcos de pescadores o que contrates un barco-taxi para llegar a la cala preferida. Normalmente te llevan a varias playas o te llevan a la que elijas y por la tarde te vienen a buscar.

Esta playa, por ejemplo es la playa de Nanou

Otra visita recomendada pero que nos quedó pendiente porque ya nos íbamos, es la del Monasterio del Arcángel San Miguel, que es el patrono de los marineros, en Panormitis, en el sur de Symi, donde se puede llegar con ferry que tarda unos 45min. El día 8 de noviembre es la fiesta del santo y dicen que el monasterio se llena de gente. ¡Así que tendremos que volver!