Viajar y comer es una combinación perfecta como demuestran los travel bloggers contándonos cuáles son sus platos favoritos, la cocina más sabrosa qué han probado, esa ¡que les vuelve locos!

En este post no vamos a parar e iremos de un lugar a otro, de cocina en cocina, descubriendo nuevos sabores. ¿Se apuntan?

Empezamos por México, donde nos lleva Mauxi de Turiscurioseando.

Panela en salsa verde, pollo en mole poblano, chilaquiles al pastor, ensalada de nopal, tortas ahogadas o tacos albañil… Algunos de estos platos quizás no son los más comunes en los restaurantes mexicanos que solemos visitar fuera de ese país, así que cuando tuve la oportunidad de recorrer parte de los estados de Jalisco y Guanajuato y probar estas recetas, descubrí una variedad de sabores y colores que me llevaron a confirmar que la gastronomía mexicana es, sin duda, una de mis favoritas.

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También pude comprobar que las preparaciones no son tan picantes como siempre hemos creído, aunque eso sí, hay que tener cuidado con las salsas, porque allí es donde puede estar el peligro.

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Así que si vas a México, abre tu mente – y estómago – a una cocina en la que siempre estará presente su cultura y sus raíces.

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Y si te gusta el café, ojalá puedas probarlo a la olla, con un toque de canela y chocolate. Lo más.”

¿Ya les está empezando a entrar hambre? Pues esperen que todavía hay más!

Robert y Ely de Con arena en la mochila nos proponen un país dondela diversidad gastronómica es proporcional al tamaño del país, enorme!” ¿Saben de qué país se trata? ….. ¡¡de Brasil!!

“Al igual que nosotros tenemos nuestras tapas, la “comida de rua” y la cultura de bar es algo que los brasileños también les gusta tanto como a nosotros. Los “petiscos” son pequeños platillos diversos como los deliciosos “bolinhos de bacalhau” y los encontraremos en cualquier  bar o “boteco”. Los “salgadinhos” abarcan un sinfín de formas y posibilidades y también están presentes en cualquier parte del país, para tomar como aperitivo a cualquier hora en tan sólo dos bocados, al igual que el típico “acarajé” de Bahía o el famoso “pao de queijo”.

La carne es todo un símbolo, en cualquier churrascaría se podrá degustar la “picanha na pedra” y el churrasco, quizá los cortes más famosos.

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En las regiones costeras vale la pena probar la “moqueca”, un guiso a base de pescado buenísimo.

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Si se visita la región amazónica, a deleitarse con alguno de sus pescados como el “pacú” o el “tucunaré”.

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Por cierto, que nadie se olvide de los irresistibles jugos de fruta y como no, del licor típico brasileño que tan fuerte pega: la “cachaça”!”

Cristina – de Ida y Vuelta blog de viajes  y Con I de Italia – Demuestra que es una enamorada de Italia y que conoce muy bien su gastronomía.

“La gastronomía italiana es mucho más que pizza y pasta. Me encanta Italia y suelo viajar allí con bastante frecuencia, casi cada año. Muchas veces en la elección de este destino ha contado la gastronomía: allí tienes garantizado que vas a comer estupendamente.

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No entiendo a esa gente que dice “qué mal he comido en Italia”. Pues habrá sido porque no se han molestado en buscar mínimamente porque la verdad es que no puedo recordar en los últimos años un sitio en Italia donde haya comido mal (sí, uno en Nápoles pero no por la comida sino por la pésima atención).

En Bolonia comí la mejor pasta al ragú (boloñesa que decimos aquí) que he probado nunca. En Sicilia me harté de comer pescado, ¡qué rico! (a la parrilla, en la pasta “alle sarde”, en fritura) y de los arancini que tanto había oído a mi Montalbano.

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En Nápoles probé una pizza buenísima en un lugar algo cutre, por 3 euros y con 3 ingredientes. Y en Toscana y Umbria, en otoño, comí recetas con setas, que en esos días estaban en su mejor momento.

Carnes, pescados, setas, pastas menos conocidas, dulces, verduras, crostini etc. Todo esto y mucho más en la rica cocina italiana. Puro sabor mediterráneo.”

Seguimos en el Mediterráneo, de la mano de Olga de Charcotrip que tiene unos “deliciosos recuerdos de su paso por Grecia“. Y es que no nos sorprende, porque Grecia perfuma a especias y a mar. Habrá que probar el restaurante que aconseja!

“A pesar de haber estado unos cuantos días en Atenas y dos en Delfos eso fue más que suficiente para volver con nuevos platillos añadidos a mi lista de favoritos..

Hubo un restaurante que se convirtió en nuestro preferido en Atenas. Este lugar reunió las tres B (bueno, bonito y barato) aunque en lugar de bonito debería de decir “delicioso”. Me estoy refiriendo al restaurante “Paradosiako” un lugar donde el primer día no teníamos efectivo para pagar y se les había dañado la máquina para pago con tarjeta y el señor del lugar nos dijo que “le pagáramos cuando regresaramos” y vaya que volvimos más de una vez.

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No recuerdo los nombres exactos de todos los platillos, pero las cosas que más me gustaron fueron: los tomates rellenos, la musaka, las ensaladas, el tzatziki. ¡Que rico!”

Cuántas ideas, que platos deliciosos, pero ¿han pensado al pan? Pues demos un salto a las panaderías de Irán, gracias a Eva y Carmelo de DóndevamosEva. Parece que el olor llega hasta aquí…hummm!

“Posiblemente los lugares más sabrosos que puedas encontrar en Irán son sus panaderías tradicionales, un mundo que despierta tus sentidos y que te sorprende por su rica y cuidada variedad.

En las grandes ciudades puedes encontrar el típico pan industrial, pero hay que recorrer los barrios o alejarse de los núcleos muy poblados para disfrutar del Sangak, nombre que recibe el pan iraní tradicional.

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A lo largo de nuestro viaje por Irán probamos más de veinte panes diferentes. El que más nos gustó y nos sorprendió fue el denominada Kalaneh, un pan que se realiza en la remota localidad de Oraman en el Kurdistán.

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Pudimos vivir la elaboración in situ. La panadera, una mujer de rostro amable, bella sonrisa y elegantes movimientos, nos explicó su elaboración. La masa es tan fina que se puede ver a través de ella.

Además de harina, sal y agua, el Kalaneh lleva cebollinos que le da un bonito toque de color verde. ¡Una delicia! Sabores tradicionales que hacen que te enamores aún más de Irán.”

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A los chicos de El Guisante Verde Project, también les gusta el pan y en Cracovia encontraron variedades muy gustosas, pero ¿a que tienen ganas de saber más sobre la cocina de este país?

“La gastronomía es  algo fundamental en cualquier viaje. Puede arruinarlo, o hacerlo memorable, como nos ocurrió en Cracovia.  Algo básico para nosotros es el pan, chleb. Afortunadamente en Cracovia lo cuidan. Apostamos por los oscuros, fuertes, ácidos, con semillas de amapola…

Las sopas, zupa, nada mejor que llegar helado a un restaurante y que te planten una zurek, la sopa de caldo de pollo o ternera, panceta, cebollas, setas y crema agraria, además de kwas (centeno y agua fermentados). Otras, como la barszcz, de remolacha, aportan un cierto tono gore a la comida.

Los pierogi, los raviolis polacos, rellenos de casi todo lo que podáis imaginar; los sirven por todas partes, y a pesar de que la carne es la esencia de la gastronomía polaca (cerdo, buey, pollo, pato, bisonte y caza), los pierogi ruski, los más famosos, no la llevan. Las salchichas, o kielbasa se hacen incluso de bisonte. Pero el plato estrella es el bigos, una mezcla cocida a fuego lento de chucrut, carne de cerdo, buey, caza, salchichas y bacon.

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Al igual que muchos platos de carne, lo podéis encontrar servido dentro de una pequeña hogaza de pan…  Otro ilustre de los fogones es el golonka o codillo. El mejor asado que hemos probado, ahí lo dejamos (ojo con el rábano picante).

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Una mención especial para los restaurantes del antiguo barrio judío de Cracovia: Kazimierz. Platos espectaculares y música klezmer en directo que convierten la comida en toda una experiencia que no podéis dejar de probar.

Los nalesniki son tortitas rellenas con fruta o queso fresco; los obarzanki mezcla de pretzel y  bagel. También dulce es la kremovka, que se asemeja a un ruso, aunque más cremoso.

Todo lo anterior hay que tomarlo, obviamente, bien regado con cervezas locales, con gradaciones que llegan a los 14º, como la Debowe, y rematarlo al final con el casi obligado wodka, natural o aromatizado. Na Zdrowie!

Para terminar este post tan sabroso, nos vamos hasta Corea del Sur, donde nos lleva Lilián Viajera

Si tengo que contarte sobre una las comidas que probé en mis viajes y que me gustó, enseguida viene a mi mente, corazón y estómago el recuerdo de la que disfruté en SEUL, Corea del Sur. Allí pude comer en todos lados: en sus mercados, en la calle, en cualquier restaurante.

En Seúl su gente come todo el tiempo, a todas horas y cuando digo todo el tiempo es “todo el tiempo”, es Asia.

La comida que más me gustó fue el Bibimbap. Una comida tradicional de Corea del Sur. Bibimbap significa “arroz mezclado”. Se sirve en  un cuenco lleno de arroz con vegetales, carne y un huevo frito encima de ellos. Lo revolvés, le agregás aceite de sésamo, una pasta de pimiento rojo ¡picante! y a comer.

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El estilo de la comida Coreana es una mezcla entre Japón y China. Bueno, ¡no solo en su comida!”

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¡Buen Apetito para todos! 

No se pierdan los otros dos post relacionados sobre la gastronomía que más les gusta a nuestros blogueros:

¡Advertencia, este post provoca hambre!

Cocina Internacional y travel bloggers, cuál es tu favorita?